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Lugar: Argentina

11 diciembre 2007

Cadáver Exquisito (II)

Este segundo Cadáver Exquisito ha sido organizado por Stella y los (i)responsables a cargo están consignados ahora, en orden a como fueron escribiendo.
Así quedó:
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Los vicios
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Escribo estas líneas mientras fumo un cigarro. Y hablando de líneas, en fin… no importa.¿Quién dice que un vicio es siempre de dudosa conveniencia? Alguien podría decir: “Mi vicio es la fotografía”, y otro: “Mi vicio es la fotografía de la mujer del que habló en la frase anterior.” Todo es un vicio si lo miramos con ojos viciosos. Días atrás tuve noción de esta historia real: Un hombre es alcohólico, logra dejar la bebida y esto se extiende a once años de abstinencia. Cierto día acude al médico por una dolencia menor en el corazón. Sin revisar la historia clínica del paciente, el galeno le recomienda tomarse una copita de vino por día. El tipo se va feliz, había conseguido de un profesional el permiso que tanto anhelaba. Al día siguiente cae nuevamente en el alcoholismo, hasta hoy irreversible. Lo destructivo para el ser humano no es el vicio, sino la estupidez.
Lo verdaderamente destructivo para el ser humano no es el vicio, sino la estupidez de otros seres humanos. Aquellos que no entienden que vicioso no es el que quiere, sino el que puede. Si fumando espero al hombre que yo quiero, no me queda más remedio que soportar la perorata del que viene a señalarme con su compulsiva estupidez a flor de piel, más maliciosa que la astuta nicotina. Llegará un día en que el mundo se dividirá entre fumadores y no fumadores. Perdón les pido, entonces, a otros viciosos de este mundo: los onanistas, los adictos a los hidratos de carbono, los amantes de la merca. Los perversos, exhibicionistas y chupandingas.
"Dependiendo de la perspectiva todos, alguna vez, hemos caído en ello. Dicen que tal como consideres al otro, así te verás a ti mismo; así como lo trates, te tratarás a ti mismo. Es decir, en tus semejantes o te encuentras o te pierdes definitivamente. Concentrarnos en la culpa de los otros hunde los clavos del odio en nosotros mismos. Reprochamos a los demás, cosas que otros nos hicieron en el pasado. Y lo revivimos cada vez que le colgamos la etiqueta a otro. Por eso, si juzgamos nos equivocamos, aunque tengamos razón. Cada vez que olvido esto es cuando la espada del odio entra en mi corazón. Es ahí mismo donde la cago otra vez.
"Porque en el fondo de mi alma sé con toda certeza que no se trata de estupidez ajena ni de extraña sinestesia propia. Sé que esta compulsión indeclinable no va a dejarme vivir ni bien ni mal -porque esto no es vivir- si no juego la última partida. Hasta que llegue la próxima.Ya ni siquiera huelo el triunfo, ya no me sabe la boca a victoria ni el color rojo inunda mi vista. Es simplemente, que no puedo evitarlo, como no puede uno impedir que el paso se acelere cuando recorre un camino que baja. Es esa ley de gravedad que me arrancó todo lo que tenía y lo que más quise.Susy era complaciente al principio. La primera vez que volví caminando me aceptó para librarme del frío y de la lluvia. Cuando tuve que confesarle que nuestro hogar ya no era nuestro fue menos comprensiva.Amontonados en el cuartucho de la pensión que sus ingresos pagaban, advertí en sus reproches que lo que realmente no podía soportar era que jamás hubiera ganado una partida.
Partida! Partida al medio quedé yo la última vez que fui al hipódromo de Palermo. Se corría el premio mayor, el Carlos Pellegrini, y tenía una fija!! Cirque du Soleil iba a ganar y a pagar mucho! En pleno diciembre, bajo un solazo de aquellos, 36º a la sombra, se largó la carrera! Empecé a transpirar de los nervios, había apostado mi aguinaldo entero! El alazán fue a la punta. Store Mayor apuró el paso. En el codo se le acercó, y le sacó ventaja. Aplausos y gritos llovían en esa tarde calurosa. Ahí fue cuando me desmayé. Es que las fijas, no existen!
Es por ese motivo que nunca me dediqué al juego. Pero, si se puede llamar un vicio, si me dedico a la escabiología vinífera nacional (luego de la maxidevaluación) en sus diversos mostos –preferentemente tintos- y orígenes. Pero entiéndase bien: nada de piripipi académico del tipo sabor a frutos negros del bosque de Chiloé, ni cosa que se le parezca, simplemente copa en mano, buena compañía si es posible, buena música si no, picada y adentro. Ahora felizmente estamos entrando a la época del año en que, imagino que por las fiestas de fin de año, se nos da por el espumante, o shampoo como dicen los reos de mi pueblo, ya nunca más champagne a los efectos de no colisionar con la France.
¡¡¡Bienvenido entonces diciembre, que me permite disfrutar a full de las burbujas… y disimular mis vicios con la excusa navideña…Durante la cena de Nochebuena, mi gula no será notable entre los adoradores del Vithel Tonné porque en medio de una fraternidad de gulosos , pasada la medianoche y pasada la medida prudencial de las bebidas, nadie pelea por acreditarse la autoría del vómito. Podré mirar las tetas de mi prima Laurita sin despertar sospechas pues mi lujuria estará oculta por la fingida sorpresa de notar cómo ha crecido. La abrazaré deseándola y deseándole felices fiestas. En el breve roce de su cuerpo, envidiaré con odio a su chico, ese granujiento que tiene todas las prerrogativas sobre tamañas redondeces. Dejaré más tarde la fiesta familiar para irme de putas. Con ellas no debo disimular mis vicios porque entre sus piernas, bien lo sé, todo el año es Navidad!
Por qué disimular los vicios?Es algo personal, un acto voluntario que no busca dañar a otros, sino a uno mismo. Nadie puede decirnos si es virtuoso o no lo que decidimos en nuestro fuero íntimo. Todos buscamos lo que nos dé placer y nos aleje del dolor. Pero siempre es una decisión individual ajena a la opinión externa.Vayamos por ahí tal cual somos y exhibamos nuestros vicios como un rasgo de personalidad.No temamos mantener charlas que incluyan nuestras preferencias otrora criticables: "Desde ya le digo que su afición a las apuestas solo es comparable con mi inclinación permanente a tener sexo en la copa de los árboles", "Por favor, ¿no me diga qué a usted le gusta tanto como a mi prenderse por las mañanas a un tetra bien helado?"Y así con todo.
Buenas tardes.
La Condesa Sangrienta, Rete Carótida
Adenoz, El Clú

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

buenas noches, mmme dormí

11 de diciembre de 2007, 15:46  
Blogger armando blog ha dicho...

¿y para qué quería despertarse?

11 de diciembre de 2007, 22:24  

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